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Viendo las cosas desde otra perspectiva
Hace algunos días comentamos acerca de los ciclos de la economía, y en ellos, tratamos de explicar que los sectores que conforman la economía cada cierto tiempo sufren retrocesos y bajas en sus actividades por diversas causas.
Teniendo eso en cuenta, recordarán que a principios de década hubo una tremenda caída de las bolsas por las famosas empresas tecnológicas (las denominadas .com), pues bien, los inversionistas huyeron de esas empresas y trasladaron sus recursos hacia el sector financiero y allí comenzó el problema.
Teniendo eso en cuenta, recordarán que a principios de década hubo una tremenda caída de las bolsas por las famosas empresas tecnológicas (las denominadas .com), pues bien, los inversionistas huyeron de esas empresas y trasladaron sus recursos hacia el sector financiero y allí comenzó el problema.
Los bancos a nivel global deben seguir los principios de Basilea II, que son referidos a una adecuada administración del riesgo para adecuar su capital a esos riesgos (principio I), una eficiente y bien posicionada supervisión bancaria (principio II), y una férrea disciplina del mercado (principio III) a través del acceso a una buena información, transparencia y honestidad, lo que en final se traducirá en una ventaja para todos.
Esto quiere decir que los bancos deberían tener fuera de sus balances, cualquier riesgo que afectara su viabilidad y por sobre todo, revelar esos riesgos en la información contenida en esos balances. Ya veremos que pasó.
Esto quiere decir que los bancos deberían tener fuera de sus balances, cualquier riesgo que afectara su viabilidad y por sobre todo, revelar esos riesgos en la información contenida en esos balances. Ya veremos que pasó.
Las instituciones comenzaron bien, y comenzaron bien porque poco a poco se comenzó a ver excelentes resultados en esos balances, las personas pedían prestado y las carteras de créditos de muchos bancos comenzaron a crecer y a crecer. El consumo no solo en Estados Unidos y Europa, sino en nuestro Continente Latinoamericano y en Asia, creció exponencialmente, y así otros sectores, siendo el de la construcción uno de los más activos.
Los compradores, los constructores y las instituciones financieras comenzaron el banquete. Esto aparentemente quería decir que muchas personas podrán adquirir la casa de sus sueños y de hecho en la mayoría de los casos fue así, copándose los topes destinados a esos rubros, pero con dinero todavía ocioso por cuanto muchos inversionistas seguían inyectando capital en esas instituciones (particulares, empresas, fondos de pensiones, seguros, fondos soberanos), atraídos por el dulce canto de buenas ganancias.
Los compradores, los constructores y las instituciones financieras comenzaron el banquete. Esto aparentemente quería decir que muchas personas podrán adquirir la casa de sus sueños y de hecho en la mayoría de los casos fue así, copándose los topes destinados a esos rubros, pero con dinero todavía ocioso por cuanto muchos inversionistas seguían inyectando capital en esas instituciones (particulares, empresas, fondos de pensiones, seguros, fondos soberanos), atraídos por el dulce canto de buenas ganancias.
Ante tanta abundancia de recursos, los ingenieros financieros se las ingeniaron para crear vehículos de inversión que respaldaban deudas hipotecarias denominadas subprime, orientada a clientes con escasa solvencia, y por tanto con un nivel de riesgo de impago superior a la media del resto de créditos, comenzando a salirse de las pautas de Basilea y por tanto de las regulaciones contenidas en ella. Los intereses que los bancos cobraban evidentemente eran superiores a los demás tipos de interés como el cobrado en los préstamos personales, por lo que los bancos norteamericanos tenían un límite a la concesión de este tipo de préstamos, impuesto por la Fed. (Reserva Federal), lo cual implicaba de facto un nuevo y gran mercado al cual acceder y del cual sacar buenos resultados debido a las altas comisiones y tasas de interés.
Adicionalmente a lo anterior, y como muchos de ustedes sabrán, este tipo de deudas pueden ser objeto de transacciones como son las cesiones o venta de las deudas, o mediante compra de bonos o titularizaciones de crédito, es decir, esas deudas de baja calidad fueron empaquetadas y vendidas a los mercados financieros para recaudar dinero, dando como garantía las hipotecas de baja calidad que ellas representaban. Estos ingenieros vieron en ellas la oportunidad de hacer buenos negocios, ampliar el mercado objetivo y escapar a los regaños de los supervisores al sacar esas operaciones de los balances y no incumplir con Basilea. Estas hipotecas subprime podían ser transferidas a fondos de inversión o planes de pensiones. En algunos casos, la inversión se hacía mediante el llamado carry trade.
Adicionalmente a lo anterior, y como muchos de ustedes sabrán, este tipo de deudas pueden ser objeto de transacciones como son las cesiones o venta de las deudas, o mediante compra de bonos o titularizaciones de crédito, es decir, esas deudas de baja calidad fueron empaquetadas y vendidas a los mercados financieros para recaudar dinero, dando como garantía las hipotecas de baja calidad que ellas representaban. Estos ingenieros vieron en ellas la oportunidad de hacer buenos negocios, ampliar el mercado objetivo y escapar a los regaños de los supervisores al sacar esas operaciones de los balances y no incumplir con Basilea. Estas hipotecas subprime podían ser transferidas a fondos de inversión o planes de pensiones. En algunos casos, la inversión se hacía mediante el llamado carry trade.
Y me dirán muchos, bueno, que tiene eso de malo?, pues que lo malo surge porque el inversor no sabe, desconoce el verdadero riesgo asumido, pues los deudores no son tan fuertes como deberían ser y en caso de una contracción de la economía adivinen quienes son los primeros en no cumplir con sus obligaciones; es por ello que Basilea pide en la administración de los riesgos que las carteras de crédito tengan calidad, no solo cantidad.
La crisis hipotecaria se desató en el momento en que los inversores se dieron cuenta de que el ambiente estaba raro en cuanto a sus inversiones, habían señales de alarma (ellos ponen esas señales en muchos casos). La principal, fue el aumento de las tasas de interés por parte de la Fed, en un intento por contener la inflación (mucho dinero para pocos productos). Esto provoco un deterioro de la calidad de las carteras de crédito (eso es natural porque el dinero se hace más caro, o en otras palabras, hay que pagar más en cada cuota del préstamo, les suena conocido?), y por supuesto un incremento de la morosidad y de los embargos, lo que acontecía no sólo en las hipotecas de alto riesgo.
La crisis hipotecaria se desató en el momento en que los inversores se dieron cuenta de que el ambiente estaba raro en cuanto a sus inversiones, habían señales de alarma (ellos ponen esas señales en muchos casos). La principal, fue el aumento de las tasas de interés por parte de la Fed, en un intento por contener la inflación (mucho dinero para pocos productos). Esto provoco un deterioro de la calidad de las carteras de crédito (eso es natural porque el dinero se hace más caro, o en otras palabras, hay que pagar más en cada cuota del préstamo, les suena conocido?), y por supuesto un incremento de la morosidad y de los embargos, lo que acontecía no sólo en las hipotecas de alto riesgo.
De pronto, los bancos e instituciones financieras percibieron la gravedad de la situación, altas tasas, aumento de la morosidad, aumento de las ejecuciones o embargos, y por supuesto los inversores también, lo que provocó una repentina contracción del crédito (fenómeno conocido técnicamente como credit crunch) y una enorme volatilidad de los valores bursátiles, generándose una espiral de desconfianza y pánico en el inversionista (quien agarró sus inversiones, las liquidó, agarró sus reales y fue a invertir a otra parte), y una repentina caída de las bolsas de valores de todo el mundo, debida, especialmente, a la falta de liquidez, es decir, dinero en la calle, en los mercados.
En éstas líneas, un tanto extensas, hemos tratado de ilustrar, sin uso de tantos tecnisismos, la violenta crisis económica hipotecaria, que deja a los mercados internacionales con caídas de 3 puntos porcentual promedio por día.
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